Como nos organizamos?
Cada mañana, en un bello espacio natural, en medio del monte nativo, y con una arquitectura con criterios de bio construcción, funciona (en el predio de nuestra Asociación Civil) una escuela con otra pedagogía posible.
Este es un proyecto educativo autogestivo, con muchos años de experiencia. Orientamos nuestra educación a niñas y niños de nivel inicial y primario, entre 3 y 12 años de edad.
Porque creemos que cada niña y cada niño es un ser único, basamos nuestros lineamientos en una formación que acompañe, respete y potencie la naturaleza particular de cada ser. Promovemos una educación integral, despierta, viva, que considere los tiempos y los ritmos particulares de cada niña y de cada niño, acompañando la búsqueda de sus múltiples dones y talentos para que logren su desarrollo completo.
Nuestro objetivo es posibilitar el crecimiento de seres humanos más libres, que puedan llevar a cabo sus deseos y asumir sus compromisos con conciencia, responsabilidad y respeto hacia sí mismos, su entorno y su comunidad. Trabajamos articuladamente con la currícula oficial de la provincia de Córdoba para asegurar que, al finalizar la escuela, las y los alumnos puedan insertarse
adecuadamente a la enseñanza media oficial.
Organizamos la dinámica cotidiana de lunes a viernes de 8.30hs a 12.50hs, con propuestas de jornadas extendidas para las niñas y los niños de los grados superiores.
Jardín
El Jardín de Infantes recibe a niñas y niños de 3 a 5 años, quienes son acompañados por dos docentes (dupla pedagógica) para asegurar una observación atenta y personalizada durante toda la jornada.
En la sala de Jardín, cada mañana se organizan los materiales, conscientemente preparados para favorecer la Fantasía Creadora, acorde a su etapa evolutiva.
Proponemos juegos de dedos, rondas, canciones, narraciones y escenificaciones, para que a través del juego las niñas y los niños asimilen un lenguaje correcto y rico en matices, y así, por sus propios medios, puedan desarrollar la vivencia y la comprensión, que creemos son la semilla para el desarrollo del pensamiento. También en esta etapa, fomentamos el juego libre, ya que en sus infinitas formas, las niñas y los niños pueden elegir su juego a cada instante, y es así que jugando practican y practicando “aprenden”, cada uno a su manera y a su ritmo.
Basándonos en el principio de que las niñas y los niños “aprenden imitando”, buscamos acompañarlos para que cada una y cada uno conquiste su Autonomía integral, desarrollando la voluntad a través de pequeños rituales, donde van adquiriendo hábitos saludables de higiene, alimentación y cuidados del cuerpo (tanto propio como el de sus compañeros). Y marcando acuerdos y límites claros para que se vinculen entre ellos con respeto y armonía.
Las docentes construyen un ritmo diario guiado por las estaciones del año, generando momentos de juego libre que se entrelazan con propuestas y talleres que varían según el día de la semana, tales como música, movimiento, arte, alfarería, huerta, tejido, cocina o carpintería, entre otros.
Creemos que es muy importante que los alrededores ofrezcan a las niñas y los niños el espacio y la posibilidad de hacer ejercicio físico, adecuado a su nivel de desarrollo y siempre presentando nuevos desafíos enfocados en el movimiento, el equilibrio y la sensibilidad. Es por esto que creemos que una escuela en el monte nos brinda todos los aspectos de la Naturaleza para que las niñas y los niños comprueben sus límites y adquieran nuevas habilidades cada día.
Primaria
En la primaria las y los alumnos se reparten en distintas salas, algunas de ellas con grados integrados.
La propuesta es acompañar a las niñas y los niños en esta etapa a través de una educación integral, es decir, que el trabajo no sea únicamente intelectual sino que se integre también el desarrollo emocional y mental, el movimiento y la quietud, la concentración y la relajación, la escucha y la participación.
Siempre acompañando con herramientas que los ayuden a desplegar su autonomía y su confianza, como base para que descubran sus múltiples dones, sus conocimientos y sus capacidades.
Las mañanas en la primaria comienzan con rondas, donde se realizan versos, canciones, juegos de dedos, ritmos con manos y pies, rimas y diversos juegos sonoros. Los contenidos conceptuales comienzan con el juego desde la acción, para luego abordarlos en la clase a través de diferentes herramientas pedagógicas.
En el espacio de la primaria, las niñas y los niños, sintiéndose cuidados y respetados, trabajan de manera creativa con diferentes recursos artísticos, en la construcción de diversos saberes a partir de la exploración, la observación y el descubrimiento.
No hay notas ni exámenes que evalúen, sino que a través de la observación permanente se trabaja en un proceso anual que luego se plasma a fin de año en un informe por escrito, al que llamamos “crónica escolar”.
Además de las actividades diarias, las niñas y los niños trabajan en distintas áreas, que varían según el día de la semana y están a cargo de docentes externos. Estos talleres son ejes transversales, a los que damos igual importancia que a las matemáticas o a las ciencias, por ejemplo. Los talleres van variando de año en año, y pueden ser anuales o cuatrimestrales, tales como: artes visuales, música, cocina, alfarería, radio, educación física, inglés, títeres o teatro, entre muchas otras propuestas.
Durante los seis años de primaria, las niñas y los niños transitan un despertar de la conciencia gradual, de un pensamiento concreto hacia uno de mayor abstracción. Es por eso que partimos siempre de una acción puntual para luego construir a partir de la experiencia vivida, conceptos y definiciones (hacer, sentir y pensar).